
Momentos que Alimentaron Mi Espiritualidad
A lo largo de los años, muchos momentos vividos en el colegio me acercaron a Dios y me enseñaron el valor de la fe. En cada celebración religiosa, cada retiro espiritual, y cada instante de reflexión, sentí cómo el Divino Maestro tocaba mi corazón, dándome paz y fortaleza para enfrentar los desafíos.
• Las celebraciones de la Eucaristía fueron espacios donde pude conectar más profundamente con Dios y agradecerle por todas las bendiciones en mi vida. Cada misa, cada oración compartida era un momento sagrado en el que podía dejar mis preocupaciones y sentirme en paz.
• Los retiros espirituales y encuentros de convivencia fueron experiencias inolvidables donde aprendí a conocerme mejor y a reconocer la importancia de vivir con amor, bondad y empatía hacia los demás.
Religion
UNA EXPERIENCIA DE FE Y COMUNIDAD

La Fiesta de Jesús Divino Maestro ha sido, para mí, una experiencia profundamente significativa, marcada por la espiritualidad y el sentido de comunidad que he encontrado a lo largo de mis años en el colegio. Cada celebración ha sido una oportunidad para reflexionar sobre los valores que nos enseña este gran Maestro y sobre cómo podemos incorporarlos en nuestra vida diaria.
Desde el momento en que comenzamos a prepararnos para la fiesta, siento una emoción especial. La anticipación de ver a mis compañeros, de compartir momentos y de participar en actividades que nos acercan a Dios es siempre un motivo de alegría. Durante estas celebraciones, he aprendido a valorar la importancia de la familia, no solo la biológica, sino también la espiritual. La Familia Divino Maestro es un espacio donde todos nos sentimos acogidos, y donde cada uno de nosotros tiene un lugar especial.

Ser Parte de la Familia Divino Maestro
Ser parte de la Familia Divino Maestro es un regalo que llevaré siempre en mi corazón. Me siento agradecido por los valores que se me han inculcado, que me han ayudado a crecer en mi fe y en mi relación con Dios. Recordaré siempre el llamado a vivir con amor, humildad y generosidad, valores que he aprendido a través del ejemplo de Jesús, el Divino Maestro.
Al final de este camino, sé que no estoy solo. Estoy acompañado por la presencia amorosa de Dios y por los lazos de amistad y fraternidad que construí en el colegio. Me llevo en el